MARE PRIMO
the subconscious is the gate to the infinity
manolo cocho
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte - FONCA - CONACULTA - MÉXICO
TRIESTE 2014
MARE PRIMO
The subconscious is the gate of infinity
“Si interpretamos el Mar como la metáfora de un gran cerebro; su superficie es la consciencia y sus profundidades el subconsciente”
Mare Primo está dedicado al maestro Alejandro Santiago; a su ojo izquierdo que era un túnel abierto al infinito. Maestro del sentido metafísico de la existencia, lenguaje metafórico de doble, triple, cuádruple e infinito sentido. El mago. La vida como un acto de poesía pura proveniente del susurro del oleaje del universo. La escuela de lo no-lienal.
El mar es también una puerta abierta al infinito; una “banda de Möbius “ sobre la cual podemos navegar sobre un planeta esférico indefinidamente.
Mare Primo tiene referencia a la película Solaris de Andrey Tarkvski, 1972; “In un futuro imprecisato, lo psicólogo Kris Kelvin parte, fa un viaggio interstellare verso una stazione di ricerca sul Solaris, un remoto pianeta interamente ricoperto da un oceano…….” “Nuestro planeta Tierra desde el espacio es conocido como el planeta azul porque la mayor parte de su superficie está cubierta de océanos, cerca del %75. “ El océano del planeta Solaris es una clara referencia a al mecanismo creador de la mente. En este caso se alude a un juego de escalas dimensionales; una serie de espejos en donde encontramos la mente individual humana y una supermente que es el océano. En Solaris existe una estación especial de no-retorno en la cual los científicos astronautas estudian el comportamiento de esta supermente-océano, viviendo en carne propia el incremento de la potencialidad de las facultades creadoras de la propia mente como resultado de un especie de enlace con la supermente-océano; cristalizando creaciones del mundo que provienen de las propias visiones. De esta manera en Solaris encontramos tres niveles de personajes; los humanos, el océano y las criaturas u objetos creados por la mente humana incrementada por la supermente. Se plantea la capacidad creadora de la mente, el océano es un modelo que funciona como lente de aumento del mecanismo de la creación. La liga de la mente a la supermente nos indica una dirección ascendente hacia la mente universal.
La comprensión de mecanismos fractales que se potencializan a escalas logarítmicas en un “ascenso de la consciencia” tal como lo plantea el filosofo metafísico hindú: Sri Aurobindo (1872-1950) en su obra La Vida Divina.
Mare Primo es un modelo de la mente-cerebro representado por el océano, el mar es un símbolo de la mente, el concepto océano quiere decir inmensidad, la deidad que todo lo rodea. Sus profundidades son el subconsciente; una gran matriz esencial para la creación de la realidad.
Mare Primo refiere a las representaciones y conceptos de la mente universal, en su connotación en el antiguo legado del Taoismo chino: Libro de las Mutaciones, I Ching, corresponde al primer signo; “El Cielo” : “Lo Creativo”, el espacio donde se crean las “Imágenes Primarias” que podemos interpretar como las visiones previas que generan las cosas, la antesala de la creación; los moldes del mundo. En ese libro también se hace alusión al Mar en la sentencia “atravesar las grandes aguas” que significa emprender enérgicamente una secuencia de acciones asumiendo los riesgos implicados en un proceso transformador.
En la mitología griega el Mar es regido por Poseidón dios del mar, hijo del titán Cronos y de la titana Rea, y hermano de Zeus y Hades. Poseidón era marido de Anfitrite, una de las nereidas, con quien tuvo un hijo; Tritón; mitad hombre mitad pez. En la antigüedad clásica, Océano (en griego antiguo Ώκεανός Ōkeanós u Ωγενος Ōgenos, literalmente “océano”; en latín Oceanus u Ogenus) se refería al Océano Mundial, que los griegos y romanos pensaban que era un enorme río que circundaba el mundo. Este océano mundial era personificado como un Titán, hijo de Urano y Gea.
El Mar también es el territorio de las teorías del origen de la vida; Mar es madre y origen de la vida. De aquí el concepto primigenio: Primo; caldo original rico en proteínas que permitió la formación de los primeros seres unicelulares en nuestro planeta, (teoría del origen de la vida del ruso Alexander Ivánovich Oparin, 1984 - 1980). Nuevas teorías plantean que la vida proviene del espacio exterior, de las estrellas. En la mitología de los indios Huicholes de México el mundo fue creado por el Venado Azul, “Tamatz Kauyumari” , quien es: “agua de estrellas luz gentil del corazón de Dios”; el cielo estrellado; el cosmos. Quien tiene paralelismo con el Señor Yaga Nat; avatar de Vishnu de la mitología hindú; Señor del Universo. En este punto la referencia al dios creador llega a Zeus el dios de los dioses que tiene como uno de sus símbolos el águila; ente celeste relacionado evidentemente con la capacidad creadora, y a su vez con el sol; eje del firmamento. Y en su versión Azteca encontramos a Ometeotl y a Ometeziuatl; la dualidad creadora del cosmos que habita y rige el treceavo cielo de una cosmovisión que parte del centro donde se encuentra el Dios Viejo; el abuelo fuego; a partir del cual se trazan los cuatro puntos cardinales en el eje horizontal; cada uno regido por uno de los Tezcatlipocas, y en el eje vertical se despliegan hacia abajo nueve infiernos y hacia arriba trece cielos, en cada nivel existe una dualidad de deidades masculino-femenino que administra y ejecuta determinadas funciones.
Regresando al planteamiento en el que el Mar es un modelo de la mente, (encontramos la analogía del iceberg que en su flotar mantiene fuera del agua solo un 10% de su volumen, y el resto permanence oculto), de este modo si la superficie del mar es la consciencia; las profundidades del subconsciente siempre serán mucho mayores. Para que la creatividad y la capacidad creadora existan es necesario ese espacio profundo del subconsciente siempre detrás de la consciencia; un abismo que tiende al infinito; una red que se despliega del otro lado del espejo de la superficie. En Mare Primo se plantea el mar como modelo de una red de redes en el contexto de lo no-lineal, en términos de ciencias de la complejidad y la teoría del Caos. En un sistema lineal; una línea es el resultado de la trayectoria de un punto de A a B, y en no-linealidad A es el origen y B es todas las posiciones posibles resultando la línea una multiplicidad de conexiones que forman una red. Este territorio de las profundidades es rico en arquetipos primitivos; moldes de los símbolos y del lenguaje. El espacio de las “antípodas de la mente” mencionado en la obra “Las puertas de la percepción” de Aldous Huxley. Los recitos descritos en “El secreto de la Flor de Oro” traducido del chino antiguo al ingles por Carl Jung. Los puntos comunes en donde ese subconsciente es colectivo a toda la humanidad.
Si ponemos atención al mecanismo del como funciona la mente en su capacidad creadora encontramos una secuencia que parte de una visión, que se traduce en un objetivo, la atención en ese objetivo, el proyectar una intención; osea una fuerza o cantidad de energía en esa atención gracias a un acto de voluntad, y de ello deriva una capacidad de crear y transformar a uno mismo y lo que nos rodea. Este mecanismo es una de las funciones básicas del cerebro: visión-atención-intención-creación .Esto está sintetizado en el símbolo ancestral de la flecha que describe en si mismo este mecanismo. En Mare Primo en donde el modelo de la mente es el Mar; la fleche es la nave; el barco; su forma es precisa para proyectarse y dirigirse en un desplazamiento hacia algún objetivo, “Target” específico, a su vez tiene un espacio vacío que permite transportar personas o mercancía lo cual es una metáfora del objetivo concretado por la atención a partir de una visión. La nave-flecha expresa el como funciona la capacidad creadora de la mente.
Si analizamos la línea; el recorrido de la trayectoria de la nave-flecha, encontramos una referencia a los trazos creados en la obra del maestro británico Richard Long, uno de los padres de la instalación land-art o earth-art, cuya referencia también se encuentra en el tejido de las obras de Mare Primo, y los trabajos precursores de este proyecto. El efecto de la obra de Long imprime lo sutil pero profundo como norma, el acento preciso colocado por el artista encima de cosas comunes que dejan de ser ordinarias en el momento que surge la reflexión sobre las mismas desde nuevos ángulos de visión.
Por último se plantea una imagen taoista que aún siendo de origen chino de hace unos 5000 años, explica muy bien la filosofía del Budismo Zen: la imagen es un espejo de agua que puede ser el mar y que se encuentra en nuestro interior, en este espejo si las aguas están serenas la imagen del cielo se refleja impecablemente, pero si las aguas están agitadas, esta imagen se distorsiona. Esto habla de la consciencia en su reconocerse a si misma en el absoluto. Comprender “lo otro” como autoconocimiento, otra vez llegamos al “ascenso de la consciencia” de Aurobindo. El Mar como modelo de la mente es en si mismo la nave-flecha de la creación cósmica en su multiplicidad; proyección no-lineal; red de redes; del si mismo en búsqueda de si mismo.
Manolo Cocho